La vida del futuro sera cibernetica, predijo, alguna vez, un asiduo visitante de nuestras tierras, el gran escritor de ciencia ficcion Arthur C. Clarke. Clarke, quien es, como todos sabemos, el autor de 2001, Odisea del espacio, conto lo que seria nuestro futuro, y tambien supo ver lo que perderiamos de nuestro pasado, todas aquellas cosas que los nuevos tiempos harian olvidables, harian desechables si se quiere.
Pero quien lo hizo mejor que él fue su competidor directo por el trono de mejor autor de ciencia ficcion de todos los tiempos, Ray Bradbury, un niño regordete y de anteojos nacido en 1920 que ya de pequeño soñaba con cohetes a la luna y extraños marcianos que llegaban para hacer de la Tierra un lugar mejor.
Sin embargo, los mejores relatos de Bradbury no tienen que ver con el futuro sino con el pasado, lo que hace Bradbury, y lo hace muy bien, mas que bien, mejor que bien, es contarnos de su Illinois Rural natal, esa ciudad en la cual vivio hasta casi la adolescencia y donde podia, entre otras cosas, comer verdaderas naranjas, tan bellas como grandes, naranjas que, cuando su familia se mudo a Los Angeles no pudo volver a encontrar.
Usted puede, como nosotros, habitante de Teruel, identificarse con los relatos de Bradbury precisamente porque sabe de que esta hablando; a diferencia de los niños de hoy que los niños no saben lo que es un el sabor de una verdadera naranja porque no las han probado. Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada.
La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores. Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron permitirle a la gente comprar naranjas valencianas, tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; naranjas de Valencia similares a las narradas por Bradbury solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.
Si usted vive en Teruel y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores. Podemos asegurarle que no se arrepentira al hacerlo. El sitio es: http://www.naranjasdelmijares.com
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